“There’s a lady who’s sure
All that glitters is gold...”
El viejo Chevrolet traga kilómetros de carretera polvorienta a través del desierto, mientras la radio escupe, uno tras otro, su letanía de clásicos de los ’60. Pegado al volante y detrás de unas enormes gafas de sol, Juan Esteban intenta concentrarse y estarse quieto en el asiento. Se mueve constantemente, canta con la radio, a veces salta, grita, se ríe, se seca el sudor de las manos en los pantalones vaqueros; y entre ataque y ataque de euforia, mira con gesto serio y conteniendo la respiración por los espejos retrovisores. Sólo cuando confirma que nadie le sigue, que está solo, completamente solo en mitad de ese universo de arena, sol y cactus, vuelve a respirar y se mueve grita canta salta ríe como un idiota. Lo normal, cuando se llevan 2 millones y pico de dólares americanos durmiendo en el maletero.
Este es el inicio del relato "Ocho minutos" de Aníbal Álvarez Menchaca que está incluido en La edad del óxido.
All that glitters is gold...”
El viejo Chevrolet traga kilómetros de carretera polvorienta a través del desierto, mientras la radio escupe, uno tras otro, su letanía de clásicos de los ’60. Pegado al volante y detrás de unas enormes gafas de sol, Juan Esteban intenta concentrarse y estarse quieto en el asiento. Se mueve constantemente, canta con la radio, a veces salta, grita, se ríe, se seca el sudor de las manos en los pantalones vaqueros; y entre ataque y ataque de euforia, mira con gesto serio y conteniendo la respiración por los espejos retrovisores. Sólo cuando confirma que nadie le sigue, que está solo, completamente solo en mitad de ese universo de arena, sol y cactus, vuelve a respirar y se mueve grita canta salta ríe como un idiota. Lo normal, cuando se llevan 2 millones y pico de dólares americanos durmiendo en el maletero.
Este es el inicio del relato "Ocho minutos" de Aníbal Álvarez Menchaca que está incluido en La edad del óxido.
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¿esto cuando sal a la venta?
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