"Aguabemol"

Hace cincuenta años, el agua no había alcanzado apenas la altura de los escalones más bajos de las puertas. Pero infinito significa que, muramos cuando muramos, estaremos muertos el mismo tiempo; y en el momento mismo en que lo intuyó, Honorio Ordoso empezó a buscar por todo el pueblo quien pudiera tocarle un réquiem.
A eso de las cuatro de la tarde, la marea empezó a subir sin pausa.

Hay quien afirma, no obstante, que no fue sólo ni siempre culpa suya. Había habido ya, sostienen, ciertas señales, indicios que presagiaban la apocalíptica revelación y sus miserias: riachuelos, súbitos por lo general, que se colaban por las rendijas de las puertas; alguna que otra marabunta de peces-mosca; y, aunque casi nadie logró verlo, ciertamente un como llover de gotas que se manifestaban intermitentes en espacios cerrados cuando había tortugas cerca.

Este es el principio de "Aguabemol", el relato de Laura Casielles incluido en La edad del óxido.

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TAU dijo...

Que ilusión de leer este relato. Cada frase es como un juego y mis ojos se ríen solos!
ánimo con el proyecto